Zully pertenece a la rama de los Murillos de Tadó, bajo Chocó, de donde don Américo salió a paso de baile y sonido de flautín, para encontrarse con doña Leonor Londoño y dejar desgranar como desde dentro de un pentagrama a ocho retoños, de los cuales cinco se dedican a la música. Zully, como la mayoría de los chocoanos, vibra en do mayor.
Su infancia, adolescencia y juventud las pasó en Quibdó, pero su vena de trovadora la manifestó desde sus primeros años, cuando acompañaba a su madre, maestra, a dar clases en las veredas y corregimientos del departamento, donde debía desplazarse como “castigo” por aquello de ser liberal; en cambio, los docentes del partido conservador, por allá en la década de los 40, cuando sus dirigentes se encontraban en el poder, gozaban del privilegio de enseñar en las capitales o en las ciudades y pueblos principales.
Entre los campesinos de las veredas, Zully conoció el oficio de pescadores del río y escuchó los cantos de las madres arrullando a sus hijos a la luz de la luna y compartió las costumbres de los casorios, de los difuntos, de los recién nacidos, de la vida cotidiana que se cocinaba en leña, mientras se ahumaba la babilla o el perico y se contaban cuentos de espantos y aparecidos. Estas experiencias y el profundo afecto de su entorno familiar, le permitieron entonces cultivar esa inagotable cantera creativa.
Se graduó como Maestra superior en el Instituto Pedagógico Femenino de Quibdó. Posteriormente en Bogotá en la Universidad Pedagógica Nacional se especializo en Matemáticas y Física, para regresar a su tierra natal a esparcir semillas de su conocimiento.
En su calidad de docente dirigió el taller de música ritual: alabaos, arrullos, romances, danzas y canciones, que trabajó en el estudio de estar manifestaciones y que posteriormente como grupo artístico hizo su presentación dentro del marco de la Semana Santa en Popayán como un espectáculo folclórico dentro del Festival de Música Fúnebre. Junto con dos docentes de esa institución conformaron el grupo, “Danzas y cantos folclóricos del Choco”.